Mood: Como un cangrejo, pero en oscuro.
Musica: Green Day - The Time of Your Life
Las dos de la mañana. ¿Qué hacemos?
Viendo ayer un capítulo de la entretenidísima serie 'Cómo conocí a vuestra madre', observé cómo enseñaban dos tendencias y formas de comprender la vida, la noche. Ambas cargadas de razón, aunque opuestas.
"Nunca ocurre nada bueno después de las dos de la mañana".
era una, mientas que la otra sugería
"Después de las dos de la mañana, es cuando las noches se hacen legendarias".
Es cierto. Las dos.
Podemos estar completamente de acuerdo con que
"La decisiones que se toman después de las dos son siempre equivocadas".
Y que cuando el reloj marca esa hora, lo mejor es irse a dormir.
A partir de esa hora nuestra cabeza abre su propio mundo interior y se la juega. Decimos cosas que sería mejor callarse y tomamos decisiones que en la noche no parecen tan mala opción. Todo ello nos lleva a un más que probable arrepentimiento matunino que nos cuesta olvidar.
Si encima acompañamos la mezcla con alcohol... puedes levantarte con consecuencias peores que la resaca.
Pero es a partir de las dos de la mañana cuando te vuelves algo más libre. Haces esas cosas que en otro momento no te atreverías, dices tonterías que resultan increíblemente graciosas o, simplemente, interesantes; y desconectas. Te vuelves uno más que se disfraza entre gatos pardos y conviertes la noche en legendaria.
Esas noches marcadas por anécdotas que días/meses/años más tarde recordaremos.
-¿Te acuerdas cuándo...?