Mood: Cansado y apenado Musica: Fisher - You (Sólo la oiréis si tenéis instalado el QuickTime) En otro caso, os la podéis bajar de aquí.
Se fue. Se acabó. Antonio apunta ahora al cielo, señalando el lugar que más tarde escogería para vivir una eternidad.
Se nos fue a todos. Con sólo 22 años, una familia y un futuro niño que dentro de mes y medio mirará a las estrellas para aprender a decir 'papá'.
Cuesta creerlo. Alguien que está en lo mejor de su vida, una vida que es pública y conocida por todos. Porque a veces pensamos que este tipo de "héroes" no pueden morirse. Están en ese altar de la fama que impide que les sucedan las cosas que nosotros tememos. No es un cercano "al uso", pero es alguien que veías cada domingo... y a veces repetías durante semana, por eso duele.
Todos jugamos este último partido, estaba fastidiado, pero intentamos remontar con todas nuestras ganas. Puerta estaba en la punta, una posición en la que no estaba acostumbrado a jugar.
Esperaba el balón. Y le llegó. Se lo centramos todos. El portero... vencido, y la defensa rival enzarzada en batallas que no importaban.
Puerta, empújala! Gritaba todo el equipo. Un equipo inusual para la ocasión. Todo el país estaba ahí (y parte del extranjero). Sólo podíamos vencer. Había una sola regla: El gol debía marcarlo Antonio. Sólo él.
Fácil. Es futbolista profesional, tan joven que casi insulta. Toda la vida por delante y unas ganas de comerse el mundo inimaginables.
Vamos Antonio! Remata a gol!
Fin del partido. El balón creo que salió desviado, no sé, no lo vi, pero no está en la red y no hay tiempo para una jugada más. Puerta falló. Perdimos todos.
Antonio dice que no volverá a jugar. Que está cansado, y que prefiere dormir. Le decimos adiós. Alguien dice 'hasta pronto'. No lo vemos. Se marcha. Llora el estadio. Lloramos todos. Hoy llueve en Sevilla, y el Pizjuán, se seca las lágrimas cantando un himno.
Descansa en paz, amigo sevillista.
It's late now, time to sleep Close your eyes, go to dream.
Iba a hablar de otra cosa, pero hoy, volviendo a casa, miré al cielo. Era de noche. Había unas pocas luces. Conté 16. Luego perdí la cuenta, o dejé de contar, porque las pocas copas que había tomado antes de esto me hacían perder el rumbo.
16. Anoche ni siquiera pensé en contarlas, pero me jugaría las monedas de mi hucha a que eran más de 100: infinitas.
Y encima, si mirabas para otro lado, intentaban moverse de un lugar a otro, para evitar ser cazadas.
Los días 12 y 13 de agosto son los mejores del año para observar estos fenómenos. Las Perseidas (o lágrimas de San Lorenzo) no es la mayor lluvia de estrellas del año, pero sí la mejor observable. Para ello es preferible escapar de las luces de la ciudad. 279 km, por ejemplo. Y acostarte en un prado bien acolchadito, por pastos que dejaron de alimentar ganado hace tiempo. Y ver la inmensidad del cielo, alumbrado por millones de pequeñas lucecitas, que dibujan imágenes, objetos y carros. Y estar bien acompañado. Volverte romántico por un instante... y desear que los minutos se hagan horas, y las horas días.
"And in the night we'll wish this never ends We'll wish this never end"
Ver las luces bailar... pedir un deseo y sonreír.
"A las 8 de la mañana se cierra el telón de los sueños, respiro perdido en la cama con risa de niño pequeño".
Si os dais prisa, todavía podéis intentar cazar alguna estrella, aunque sólo sea con la mirada.
Sé que me volveréis a llamar frikie... pero no pude resistirme a poner este vídeo. Lo saqué de http://elladodelmal.blogspot.com, sí, blog frikie donde los haya. Pero debido a mis labores debo mantenerme informado de lo que pasa en este mundo...
Sé que la mayoría no lo hará, pero os pido que veáis este vídeo. Son tan solo 2:40 minutos, y vale la pena, para daros cuenta de que siempre es difícil cambiar de tecnología.
Tenemos que darnos cuenta de que somos unos afortunados. Nacimos en plena era digital. La "tele" era ya algo básico, los ordenadores se instalaban cada vez en más casas, el teléfono móvil nos cogió en plena adolescencia... Sí, es una ventaja. Seguramente la mayoría de vuestros padres no saben sacarle el máximo partido a su teléfono móvil, y ya ni hablar del PC. Ellos han crecido con otras cosas... digamos que más "analógicas". Y cuando a mí me cuesta menos de 5 minutos entender prácticamente todas las funcionalidades de una cámara digital, mi padre jamás sabrá cómo poner el flash en el modo adecuado para evitar los "ojos rojos" en las fotos.
Y mi padre es informático... pero en Windows (y en cualquier sistema/aplicación gráfica) le podría dar unas cuántas lecciones. Y es que si no te reciclas constantemente, acabas siendo pisoteado, tecnológicamente, por los de detrás.
Un día escuché algo parecido por la facultad a alguien que me sacaba unos cuantos años.
"Pues los que vienen detrás os van a dar mil vueltas. Han aprendido a usar el messenya antes que a caminar".
Ah, no. Me niego. A mí mis hijos no me pillan. Seré todo lo frikie que queráis, pero moriré al día con la tecnología (a lo mejor lo más fácil es el suicidio prematuro... xD).
A la mayoría de vosotros os tirará de un pie. Pero yo, entre otros muchos defectos, soy un orgulloso de cojones. Esto significa, según la RAE (Rebún Academia Española), que siempre sabré abrir el libro por la parte correcta.
Y para quien no haya entendido esto último, que se vea el vídeo, que para algo lo puse.
Buenas noches y buen fin de semana. Yo me iré al pueblo. No habrá marisco, pero valdrá la pena de todas formas. Por cierto, me acabo de acordar. Así que mi próxima entrada hablará sobre la inteligencia. Se la dedicaré a Samuel.
Relajáos. Tomáoslo con calma.
PD: Si alguien advierte que empiezo unas cuantas veces las frases con la conjunción 'y', lo cuál es una mala práctica, que sepa que tiene un motivo.
